No, no me voy de descanso, en su lugar, hoy, quiero hablar un poco sobre él …
La importancia del descanso es de sobra conocida, no obstante, enlazando con nuestras temáticas podemos abundar en algunos de sus beneficios, entre lo cuales tenemos: mejora del rendimiento cognitivo y la memoria, reducción del estrés así como del riesgo de enfermedades cardiovasculares y otras patologías y, además, aumenta la creatividad, el bienestar y la felicidad.
Normalmente, cuando hablamos de descanso nos referimos a lo que es el descanso físico, el cual es muy importante, pero no el único al que tendríamos que dedicar tiempo. El descanso ha de ir más allá del propio descanso físico, ha de llegar hasta el mental, emocional y espiritual.
Voy a considerar que ya todos sabemos lo suficiente sobre que es el descanso físico y como realizarlo, así que hablemos un poco de los tres últimos: mental, emocional y espiritual.
Descanso mental
Podemos considerar que descansar la mente es liberarla de los pensamientos que nos agobian, distraen o estresan. Algunas formas para conseguirlo serían:
- Hacer ejercicios de mindfulness, como prestar atención a la respiración, al cuerpo o a sonidos.
- Escribir un diario, una carta o un poema para expresar lo que sentimos y ordenar nuestras ideas.
- Jugar a algún juego que nos divierta y nos haga pensar, como el sudoku, el ajedrez o las adivinanzas.
- Meditar, rezar o reflexionar sobre el sentido de la vida, según nuestras creencias o valores.
Descanso emocional
Para este lo importante es reducir la intensidad de emociones que nos generen estrés o ansiedad. Algunas maneras de lograrlo serían:
- Practicar técnicas de relajación, como la respiración profunda, la meditación o el yoga.
- Salir a dar un paseo al aire libre y disfrutar de la naturaleza.
- Hablar con tus seres queridos y expresar tus sentimientos.
- Dedicar tiempo a actividades que te gusten y te hagan feliz, como leer, pintar, escuchar música, etc.
Descanso espiritual
El descanso espiritual viene cuando conectamos con nuestra paz interior o con un sentido de propósito. Algunas formas de lograrlo son:
- Practicar la oración, la meditación o el mindfulness, que nos ayudan a enfocarnos en la presencia de Dios o en el momento presente.
- Leer textos que nos inspiren, nos enseñen o nos hagan reflexionar sobre nuestra vida y nuestra fe.
- Expresar nuestra gratitud a las personas que nos han ayudado o aportado algo positivo a nuestra existencia.
- Caminar por la naturaleza y contemplar la belleza y la armonía de la creación.
- Revisar nuestro aprendizaje y nuestro crecimiento personal, reconociendo los logros y los desafíos que hemos superado.
Como vemos hay maneras muy sencillas para llegar a descansar todos los aspectos que se incluyen dentro de nuestro ser, incluso algunas de ellas combinan varios tipos.
Busca los métodos que más se adecuen a ti, o que más se acerquen a tu forma de ser, y descansa, dedica todos los días un rato a descansar no sólo físicamente, sino, también, mental, emocional y espiritualmente.
Y para terminar este artículo quería recomendarte 3 libros que para mi ayudan a cada tipo. Espero que te gusten.
Descanso mental: “El poder del ahora”, de Eckhart Tolle.
Descanso emocional: “12 reglas para vivir (un antídoto al caos)”, de Jordan B. Peterson.
Descanso espiritual: “Muchas vidas, muchos maestros”, de Brian Weiss.
Y, por último, recordarte que en Amazon tienes mi libro «Conecta con tu felicidad» donde, además de otras técnicas, tienes ejercicios de respiración y relajación que te pueden ser muy útiles para tu descanso diario.
Un abrazo y que tengas un gran día.
Imagen de cabecera de LEEROY Agency en Pixabay
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